Durante el siglo XVI se asiste a un crecimiento general de la economía y de la población. Este aumento demográfico y del consumo de sidra trajeron como consecuencia la extensión de los terrenos dedicados a los manzanos y la posterior producción de sidra. La demanda del puerto pasaitarra y de la villa donostiarra garantizaban la salida de toda la producción. Nuevas oportunidades económicas satisfechas mediante la creación de nuevos caseríos y molinos. Del mismo modo era necesario acondicionar los caminos, muy transitados.
En cambio, la participación en los asuntos comunitarios fue quedando en manos de un grupo de familias cada vez más reducido.
- El tráfico en los caminos creció y hubo que mejorarlos.
- Las plantaciones de manzanos sustituyeron al bosque por la demanda del mercado.
- Y para trabajar los manzanales se construyeron nuevos caseríos.
- Aumentaron nuestras relaciones con otros pueblos.
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