Altza se encuentra situada en un emplazamiento privilegiado. Por sus tierras han transitado desde la antigüedad animales y hombres al constituir un lugar de paso natural entre el Occidente europeo y la Península. Los diferentes restos arqueológicos hallados en el entorno de la cuenca del Urumea y la Bahía de Pasaia así lo atestiguan. Pero, ¿qué sabemos de aquellos hombres?
Su modo de vida dependía de la caza y pesca y de la recolección de frutos; organizados en pequeños grupos familiares mediante clanes, se desplazaban a lo largo de grandes distancias en función de los recursos alimenticios disponibles. El hábitat era en cuevas, permitía resguardarse de un clima más frío que el actual. Paulatinamente, las temperaturas fueron suavizándose y con ello modificándose la fauna y flora.
• Vivíamos en cuevas y nos desplazábamos de un lado para otro.
• La caza y la recolección de frutos eran nuestro sustento.
• Hacía mucho frío, pero poco a poco el clima se fue templando, desarrollándose una flora y fauna similares a las actuales.
• En Ametzagaina teníamos un taller de herramientas de piedra que utilizábamos para la caza.
• Estábamos organizados en pequeños grupos o clanes para sobrevivir juntos.
BARRIO, Francisco; TAPIA, Jesús: “El yacimiento prehistórico de Ametzagaina”, En: Altza, Hautsa Kenduz XI (2011), pp. 27-67