SANTA KOLUNBA

«8. Cuerpos reconstruidos: Resulta sorprendente comprobar la existencia de varios cuerpos atribuidos a Santos que habrían sido traídos de Roma en el siglo XVIII (1729) y que la tradición ha admitido como momias. En realidad se trata de la reconstrucción del esqueleto completo y perfectamente articulado con una envoltura de malla de alambre que logra dar el volumen corporal. En todos los casos existen vestidos y ropajes que cubren, casi por completo, estas estructuras metálicas.

Estos cuerpos son Santa Deodata, San Fidel, Santa Columba y San Inocente y se encuentran depositados, de manera reclinada, en sus respectivas capillas de la Catedral de Pamplona (Navarra). El primero de ellos tiene el rostro y la mano derecha reconstruidos con cera. También hay otro cuerpo semejante en la Iglesia de Anúcita (Alava) que se atribuye a San Vicente y otro más en la iglesia de San Luis de Herrera en San Sebastián que fue comprado y traído desde Italia en 1928.» (1)

«2.6. Santa Columba

En la Iglesia de San Luis Gonzaga … se conservan los restos de Santa Columba, mártir de identidad desconocida…

Su sepulcro consiste en un nicho situado en el suelo, bajo el altar mayor, cubierto por una losa de mármol provista de una mirilla de cristal a través de la cual se observan el cráneo, torso y extremidades superiores de la santa, así como un vial que contiene sangre de la misma (como símbolo habitual del martirio).

Una primera inspección de los restos, visibles a través de la citada mirilla, indica que corresponde a una mujer de edad joven. El cuerpo, probablemente completo y en buen estado de conservación (al menos en las partes visibles: cráneo y vértebras cervicales), se halla reducido al estado esquelético: no se observan signos de momificación. El esqueleto -como ocurre en otros casos conocidos-, está cohesionado mediante una estructura metálica y completamente vestido, incluyendo guantes de hilatura cuya función debe ser la conservación in situ de las falanges.

El interés de este cuerpo se centra en su origen y el traslado hasta su actual destino. Fue traído desde Roma en 1928 a pesar de la prohibición papal expresa de sacar reliquias de esa ciudad (Papa Pío IX, 1846-1878). […]» (2)

Referencias

sortze data: 16-11-2012 / eguneratze data: 08-06-2020