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(Euskara) Kutarro, bateria
sortze data: 11-03-2021 / eguneratze data: 11-03-2021
Ubicación: 43.312474, -1.920933
El matadero de Molinao es un pequeño edificio singular y centenario ubicado junto al puente y la regata de Molinao, de propiedad municipal y actualmente es desuso.
Desde la Edad Media hasta la construcción de la carretera general y la desecación de la ensenada a mediados del siglo XIX, Molinao era un punto importante en la calzada que unía San Sebastián con Rentería. En ese preciso lugar donde la regata conecta con la marea alta estaba el “molino nuevo de Alça” (1448), Molinao en lengua gascona. Junto al molino se levantará un puente para vadear la regata, del que tenemos noticias desde el s. XVI por las reparaciones que ordenan realizar en él las Juntas Generales de la provincia. El caserío Sasoategi que se encuentra en las proximidades y el tramo de la vieja calzada que sube a Santa Bárbara, escondida a la vista de la gente bajo la maleza, son los supervivientes de ese periodo pre-industrial.
“Reforma del matadero de las Villas de Pasajes y Alza”, 1923
La construcción de la carretera general y la desecación de la ensenada a partir de 1850 abrirán las puertas a la industrialización y el crecimiento de la población en Antxo-Molinao. Luzuriaga, Campsa, y el propio polígono de Papin son muestra de la importancia industrial de Molinao. Y el matadero es parte y consecuencia de esa historia. Las nuevas formas de producción de alimentos, cárnicos en este caso, y una concepción higienista de la época, hicieron que para 1890 tengamos noticias de la existencia de este matadero en Molinao. En ese año, el Tribunal Supremo de la época en Madrid sentencia que los terrenos quitados al mar en la marisma de Molinao deben de pasar de la jurisdicción de Altza a la de Pasaia, lo que influirá en que el matadero, a pesar de encontrarse en la orilla altzatarra, tenga una propiedad compartida por los dos ayuntamientos.
En 1923, se proyecta una reforma del matadero en la que se divide por la mitad el interior del edificio, una mitad para cada municipio, y, al mismo, se amplía con unas nuevas instalaciones por su lado sur, dándole al edificio la superficie que tiene en la actualidad.
En enero de 1956, el Ayuntamiento de Pasaia inaugura la renovación del matadero, que ha realizado en solitario, quitando la división interior de la nave y habilitando en la otra orilla de la regata, otro pequeño pabellón para ganadería caballar, mientras que el primero se destina exclusivamente a vacuno y porcino. A la inauguración asisten, junto con el alcalde de Pasaia, el alcalde de Donostia y el gobernador civil.
Una década después, la actividad del matadero decae y se abandona su uso, hasta hoy. Segun noticia de prensa de fecha 5 de julio de 2019, el Ayuntamiento proyecta su derribo.
Referencias:
El emplazamiento que ocupan la estación de Renfe y el paso inferior de peatones de Herrera coincide con el sitio en el que la construcción de la línea de los ferrocarriles del Norte, inaugurada en 1864, cortó el camino que subía de Herrera al casco de Altza por la ermita de Santa Bárbara. Este camino, que durante siglos formó parte de la calzada Donostia-Errenteria, se había visto relegado a un segundo plano tras la apertura de la carretera general en 1847, pero seguía siendo la principal ruta para unir el núcleo de Altza con la red viaria provincial. Para cruzar la vía del tren, estaba habilitado un paso a nivel vigilado con una casa para el guarda, conocida popularmente como Kaxeterua.
En este detalle del plano de construcción de la carretera de Herrera al casco de Altza (futuro paseo de Herrera), de 1898, se puede ver el trazado del camino vecinal, dibujado en negro, y el de la nueva carretera, en rojo. El camino arranca desde el cruce con la carretera general (”Carretera de Bazcardo a las Ventas de Irún por Lasarte“, en el plano) y, después de dar una curva, se sitúa encima de donde hoy en día se encuentra el paso subterráneo. Tras cruzar la vía, el camino vecinal continuaba cuesta arriba, por el actual camino de la Ermita. El trazado de la nueva carretera reducirá las pendientes, alargando el recorrido y ampliando las curvas, pero sin cambiar el sitio por donde cruzar la vía del tren. La “Casa Nueva” que se ve en el plano corresponde a la actual casa Vista Alegre/Tantarrene, construida por aquellas mismas fechas.
En este otro recorte de una fotografía de 1926 se ve, en un primer plano, el caserío Herrería y la cuesta que baja a la plaza y, encima, mujeres subiendo por la escalera que las lleva al paso a nivel, en donde se ve un carro pasando en ese momento delante de Kaxeterua. Más a la derecha tenemos las casas Gure Ametsa (Villa Ura), Zoriontegi y Vista Alegre (Tantarrene).
En 1932 se llevarán a cabo las obras para la eliminación del paso a nivel. El tránsito de vehículos se desviará por el primer ojo del puente del tren, y el de peatones por un paso subterráneo bajo la línea del ferrocarril, el mismo que se utiliza en la actualidad y en cuya entrada, en la parte superior, se encuentra tallado en piedra el escudo de la Villa de Alza y el año de construcción del paso. Las obras se sacaron a subasta el 16 de abril de1932, con un tipo señalado de 18.000 pesetas. Se presentaron tres empresas: Pérez Hermanos (16.542 pts.), la José Mª Inchaurrondo (16.500 pts.), y Pedro Landa (15.000 pts.), resultado esta última la adjudicataria de las obras. (La Voz de Guipúzcoa, 1932-05-07/10)
Una vez eliminado el paso a nivel, fue tomando forma la idea de construir un apeadero de tren que diera servicio a las necesidades derivadas del crecimiento demográfico y económico de toda la zona de Herrera. Para entonces, Herrera ya contaba desde 1912 con una estación de tren, la del Ferrocarril de la Frontera, el Topo, para el servicio de mercancías del puerto.
La primera petición para la instalación de un apeadero del ferrocarril del Norte en Herrera de la que tenemos constancia la realizó el concejal Basilio Sarasola el 15 de noviembre de 1939, en el pleno municipal del Ayuntamiento de Altza, el mismo pleno en que se dio la aprobación definitiva a la anexión de Altza a Donostia.
En 1941 el gobierno nacionalizará y agrupará todas las líneas de ferrocarril españolas en una única empresa estatal, la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, RENFE. Tras pasar Altza a depender de Donostia, será el Ayuntamiento donostiarra quien en 1943 solicite a RENFE el establecimiento de un apeadero en el barrio de Herrera, solicitud que será denegada un año después.
Tendrán que pasar unos cuantos años para que veamos la estación de Herrera en funcionamiento. Por el testimonio de Pedro Moratinos, empleado del ferrocarril, recogido en la prensa (El Diario Vasco, 1969-07-09) con motivo del premio obtenido por el cuidado de estaciones y apeaderos, sabemos que en esa fecha llevaba trabajando diecinueve años en el apeadero, lo que nos situaría en el año 1950 como fecha de inicio del servicio. El conjunto de la estación estaba formado por la estación en sí, junto a la vía 1, dirección Madrid, y una casita-vivienda situada a continuación de la escalera del paso subterráneo (casa demolida en 2011). Según nos cuenta el factor de la estación, el entorno estaba confortablemente ajardinado, y da cuenta del proyecto de colocar una cobertura en el andén dirección Irún.
En “Altza, Historia y Patrimonio” [1], Beatriz Herreras Moratinos incluyó la estación entre los elementos de interés del patrimonio altzatarra: «Cercano a este viaducto se alzan enfrentadas las construcciones del apeadero y de la estación de Altza‑Herrera. Son sencillas construcciones muy similares a las que se repiten a lo largo de toda la línea. El apeadero de Herrera es una nave rectangular, sin compartimentar de estructura de hormigón y cerramiento de ladrillo y cubierta a un agua. La fachada principal está completamente abierta con un pilar en el medio. La estación apeadero es una nave también rectangular, de estructura de hormigón y cerramiento de ladrillo, cubierta a dos aguas con amplios jabalcones de madera que sustentan el alero. El espacio de la sala de espera está totalmente abierto. La fachada está encalada, con zócalo de sillarejo.»
«El Ayuntamiento. Se trata de un modelo típico de casa consistorial, aunque de claro carácter rural. Es un edificio de planta rectangular y cubierta a tres aguas formando frontón en la fachada principal. Consta de planta baja, primera y desván. El aparejo es de sillería en cercos de los vanos, platabandas y frente de la testa. El resto es de mampostería enlucida. La fachada principal está situada en el lado más corto y orientada al sur, es de composición simétrica y tiene los vanos con enmarques de sillar. En la planta baja se abren tres accesos adintelados, encima un balcón corrido con ménsulas y barandilla de hierro. En el desván y flanqueado por dos ventanas, se abre un balcón sin vuelo sobre imposta. En la esquina hay un cortavientos que en su parte alta, en un pequeño sillar, tiene un reloj de sol situado en una pendiente. La fachada posterior está asegurada con cuatro contrafuertes escalonados.»[1]
En el interior se conserva el mobiliario original del salón de plenos del Ayuntamiento. En 1999 la asociación de vecinos Herripe restauró las sillas, mesa del secretario y armario [2], y en 2021 se arregló por iniciativa del Distrito Este el banco corrido de los concejales que quedó sin reformar.
En el exterior, en la esquina izquierda, hay dos relojes de sol.
También en el exterior, durante el adecentamiento de la fachada del Ayuntamiento en el año 2009, bajo la placa que decía «Plaza de San Marcial – Villa de Alza», se encontró otra que decía «Plaza del Concejo». Los dos fueron retiradas.