Luis Manuel Irisarri Piquer, nació en Donostia, el 21 de junio de 1908 y fue fusilado el 10 de noviembre de 1936. Hijo de Salvador y Ramona, la familia era originaria de la localidad navarra de Lodosa. La familia se trasladó a vivir a Donostia y, con posterioridad, los padres se separaron. Luis Manuel optó por vivir con su padre, mientras que los demás hermanos, Valentina, Miguel y Manuel prefirieron quedarse con la madre.
El padre estaba empleado como barrendero en el Ayuntamiento donostiarra, y Luis entró a trabajar en la empresa municipal de gas de Donostia. Luis, además, era un buen acordeonista y complementaba su empleo en la empresa de gas con el de la animación con el acordeón en las fiestas del entorno.
Conoció a Manuela Garmendia Iriarte, del caserío Basotxiki de Intxaurrondo (Altza), con la que formalizó una relación fruto de la cual nació una niña el 13 de septiembre de 1934, a la que pusieron de nombre Nieves. En el momento en el que le comunicaron el nacimiento de Nieves, Luis se encontraba tocando el acordeón en santacruces de Aiete.
Un año más tarde nacería el segundo hijo de la pareja, Salvador, y, unos meses antes del nacimiento, el 27 de marzo de 1935, contrajeron matrimonio en el juzgado de Altza-Buenvista.
Cuando estalló la Guerra Civil, él continuó junto con su familia, sin que se tenga ninguna noticia de su actividad o implicación política, hasta que en una tarde de noviembre en la que se encontraba jugando a cartas en la taberna de Zubiaurre, como tenía por costumbre hacer al volver del trabajo a casa, llegó una furgoneta con unos soldados que venían en su busca; lo detuvieron y se lo llevaron. Como no volvía a casa, Manuela se acercó a Zubiaurre, donde le dijeron que se lo habían llevado a la cárcel de Ondarreta. Al día siguiente, cuando Manuela se dirigió a la cárcel preguntando por él, le dijeron que ya no estaba. Había sido fusilado.
El certificado de defunción de Luis Irisarri tiene fecha de 10 de noviembre de 1936 y en él consta que el lugar de fallecimiento es Donostia, sin especificar la causa.
No tuvieron más noticias suyas, hasta que un farolero recogió del suelo, a la altura de Villa Iruña, junto a la gasolinera que había allí, el documento de identidad de Luis. Al comprobar que el dueño del documento era de Intxaurrondo, lo depositó en el bar Zubiaurre, quienes se lo entregaron a Manuela. Este hecho ha llevado a la familia a pensar que el fusilamiento tuvo lugar en Oiartzun.
Sin embargo, el testimonio de Pakita Anabitarte, del caserío-sidrería Pellizar, apunta a que el fusilamiento de Luis irisarri se produjo en Hernani. Según cuenta, su tío Juan José, que trabajaba en la fábrica de licores de Mons, tenía una camioneta que fue requisada por los franquistas y trasladados, la camioneta y él, a las Caballerizas Reales del palacio Miramar, en el Antiguo. Entre los servicios que se veía obligado a realizar, estaba el de trasladar grupos de presos de la cárcel de Ondarreta a Hernani para su fusilamiento. De entre los trasladados reconoció a uno, a Luis Irisarri. Pakita no recordaba el apellido de él, pero sí que era de Basotxiki, de la familia Garmendia. Cuenta que Juan José no vio la ejecución, -los bajaban del camión y los soldados se los llevaban mientras ellos emprendían el camino de vuelta-, y pasó mucho tiempo hasta que su tío se animó a contarlo.
En cualquier caso, Manuela, joven viuda con una niña y un niño pequeños, tuvo que afrontar la situación. Se dirigió al Ayuntamiento, donde había estado empleado su marido, solicitando ayuda, pero quien la atendió le sugirió que entregara los hijos en adopción, ofreciéndole en forma vejatoria la posibilidad de trabajar en la limpieza de los retretes del Boulevard.
En medio de ese dolor y desamparo, su hermana Nieves, que vivía también en Intxaurrondo, en Casa Mons, le ayudó haciéndose cargo del cuidado de la pequeña Nieves, de dos años, quedando el pequeño Salvador, de un año, con la madre en Basotxiki. Al cabo de seis años Manuela rehízo su vida contrayendo matrimonio con Froilán Aldanondo, con quien tuvo una hija, Ángelita.
Nieves nunca tuvo la oportunidad de hablar directamente con su madre sobre lo sucedido con su padre. Su tía Nieves fue quien se encargó de cuidar a la pequeña Nieves hasta los trece/catorce años y quien le trasmitió la historia de su padre.
El 31 de mayo de 2014 el Ayuntamiento de Donostia rindió un homenaje a los familiares de fusilados durante el franquismo. Les recibieron en el Sala del ayuntamiento y les entregaron una pequeña insignia conmemorativa. Así mismo se inauguró la escultura “DUAL” con el nombre de los fusilados. Allí aparece el nombre de Luis Irisarri.