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(Euskara) Casares, Segundo
sortze data: 25-05-2022 / eguneratze data: 25-05-2022
A lo largo y ancho de la ladera oeste del casco de Altza se extendía hasta principios del siglo XIX una amplia superficie de terreno concejil, propiedad del Ayuntamiento de San Sebastián, conocida como Larreandiak. A partir de 1808, como consecuencia de los importantes gastos ocasionados por la ocupación militar francesa, el Ayuntamiento se vio en la necesidad de ponerlos a la venta y privatizarlos.
El terreno de Larreandiak —‘grandes prados, pastizales, tierras sin cultivar’, en euskera— estaba formado por varias parcelas, tres de las cuales tenemos documentadas, pero seguramente habría alguna más.[1] Con dos de ellas se formará el núcleo de lo que fue el caserío Larreandi y, con la tercera, el caserío Larditxiki.
La primera parcela vendida de dichos terrenos concejiles la adquirió el altzatarra Juan Bautista Etxeberria, el 24 de julio de 1808: “cuatrocientas posturas[2] de tierra erial que radican en feligresía de ella [Altza] jurisdicción privativa de la Ciudad, que confinan por el Oriente con el camino público que desde la Herrera dirige a dicha Población; por el Poniente con tierras Larreandiac, y regata de Larrachao; por el mediodía con las de Estibaus, y Miraflores, y por el Septentrión con el idéntico camino público“.[3] La medición y descripción del terreno no debió ser todo lo precisa que debiera y cuatro años más tarde, el 17 de enero de 1812, el hijo de Juan Bautista Etxeberria, José Bernardo, se vio obligado a pagar trescientos reales por las cien posturas de más que tenía el terreno adquirido.[4]
Pocos meses después tuvo lugar la compraventa de otra parcela de Larreandiak. El 11 de marzo de 1809 el presbítero de Oiartzun José Ignacio de Sein, representado por el altzatarra José Manuel Zuazola, adquiere dos jugadas[5] de tierra erial[6], que cuatro meses más tarde, el 30 de julio, las revenderá a Francisco Goikoetxea, vecino de Pasaia.[7] La participación de Zuazola en esta operación es significativa, ya que, como veremos más adelante, él se hará con la propiedad de una tercera parcela en Larreandiak, la que corresponderá a Larditxiki.
Pasados siete años, esos tierras sin cultivar ni labrar se habían transformado en productivas y “hoy se hallan reducidas a sembradío y manzanal”, como hace constar Juan Bautista Etxeberria en marzo de 1815 al tener que renovar el registro de la compraventa del terreno adquirido en 1808, tras la quema del archivo en el incendio que asoló la ciudad en 1813.[8]
Esa renovación de la inscripción en el registro va a ser un trámite que precederá a una transacción entre José Bernardo Etxeberria y Francisco Goikoetxea, quien además de propietario de la otra parcela colindante de Larreandiak, también es propietario del caserío Peruene de Herrera. El 11 de marzo de 1815 Goikoetxea va a vender a Etxeberria la casería y pertenecidos de Peruene a cambio de 13.000 reales de vellón, realizándose la mitad del pago en metálico y el resto, 6.610 r.v., con la entrega de las cinco jugadas de tierra que su padre Juan Bautista Etxeberria compró en Larreandiak.[9]
El 29 de ese mismo mes, Etxeberria, propietario ya de Peruene, escriturará la concesión a Goikoetxea de un permiso, por nueve años prorrogables, autorizándole el uso de un camino de su propiedad como acceso a Larreandiak, “para hacer las conducciones de ciemos para el abono de sus tierras y para recoger los frutos que produjeren, y no para otro ningún uso ni servidumbre, pudiendo ejecutar los transportes de éstos objetos con yuntas de bueyes y vacas en carros.”[10]
La inversión de Goikoetxea en Larreandiak le saldrá muy rentable. Dieciséis años más tarde, el 19 de abril de 1831, él y Joaquina Antonia de Lizarazu, marido y mujer, venderán las dos parcelas de Larreandiak a José María de Azarola.[11] En la medición y tasación que precede a la venta, las cinco jugadas que recibió de Etxeberria como parte del pago por la compraventa de Peruene, serán valoradas en 10.914 r.v., es decir, 4.304 r.v. más que el valor del precio de compra.[12]
El nuevo propietario, José María Azarola es en esas fechas un joven originario de Gabiria, de 26 años, casado con la donostiarra María Hilaria Pikabea, con quien hará un testamento conjunto el 24 de octubre de 1845 en el que declaran que “que durante nuestro matrimonio hemos adquirido la casería llamada Chimitegui existente en Loyola, la titulada Larreandia, radicada en Alza, y algunas porciones de tierra erial, situadas en el monte Ulia, en el de Igueldo, y en Alza”.[13]
La casería titulada Larreandia, por tanto, fue edificada por ellos, en una fecha no precisada[14], entre 1831, fecha de la compra del terreno, y 1845, fecha del testamento. Sobre las porciones de tierra erial situadas en Ulia y Altza, sabemos que la primera se trata de un montazgo argomal, denominado Salto, cercano al faro de la Plata[15]; y que la otra parcela fue comprada el 23 de febrero de 1934 a Juan Francisco de Arzak y estaba situada cerca del caserío Borda-Arzak[16].
Azarola fallecerá dos años después de haber hecho su testamento, en 1847, y la viuda Hilaria Pikabea administrará[17] en adelante la casería Larreandia y sus pertenecidos hasta su fallecimiento en 1883. El mayor de sus siete hijos, José María Azarola Pikabea, presbítero en La Guardia (Tuy, Pontevedra) será quien la herede[18] y quien, al poco tiempo, la venderá a Andrés Rodriguez y Tito, el 29 de agosto de 1887. La escritura de compraventa contiene una descripción completa y detallada de lo que fue el desaparecido caserío Larreandia y sus pertenecidos.[19]
El otro caserío surgido de una parcela de Larreandiak es Larditxiki. José Manuel Zuazola fue quien la adquirió. Zuazola era propietario de la mitad occidental de la casa solar Larrerdi —Lardi, en su forma popular—, donde residía, además de contar con varias propiedades repartidas por Altza. Como ya hemos visto antes, Zuazola actuó como representante de José Ignacio Sein en la compra de una parcela en Larreandiak.
Acuciado por las deudas, Zuazola se vio obligado a vender sus propiedades, entre las que se encontraba el terreno de Larreandiak. La venta tuvo lugar el 12 de octubre de 1825 y los compradores fueron los hermanos Antonio y José Francisco Alkiza Aranburu. En la escritura la propiedad viene descrita de la siguiente manera: “Y dijo [Zuazola] que en el paraje nombrado Larreandia, en la Cuesta subida para la misma población por la Herrera, tiene el compareciente de su propiedad y pertenencia seiscientas posturas de tierra erial en un terreno cerrado de vallados, confinantes, del Oriente con tierras de la Casa Larrerdia, del mediodía con jurisdicción de la nombrada Casanao, y del Poniente y septentrión con tierras de la Casería Peruenia, habiendo adquirido las quinientas y cuarenta posturas de aquellas por compra hecha a dicha Ciudad de San Sebastián”.[20]
Si bien aparecen los dos hermanos Alkiza como compradores, en realidad la propiedad quedará en manos de José Francisco, quien construirá el caserío antes de casarse con Teresa Antonia Etxebeste en 1829, tal y como declara en su testamento escriturado el 19 de noviembre de 1866: “Declaro, que soy propietario de la casería Lardichiqui, cuya casa levanté sobre tierras que compré a D. José Manuel Zuazola, habiendo la adquisición de éstas y la construcción de aquella, siendo yo soltero. Declaro que después, ya casado, agregué como una jugada de tierra a dicha finca.”[21]
En resumen, hemos seguido a través de la documentación el proceso de creación de las caserías Larreandi y Larditxiki a partir de parcelas pertenecientes a las tierras concejiles conocidas como Larreandiak. La presencia del apellido Larreandia/Larreandi en Altza se remonta a finales del siglo XVII, lo que nos había llevado a pensar hasta ahora que el nombre del propietario habría dado nombre a la casa, lo más habitual entre los caseríos altzatarras. Los documentos han demostrado, sin embargo, que en el caso de Larreandi no hay ninguna relación entre el apellido y el nombre de la casa, y van a propiciar un replanteamiento sobre el origen de los nombres de las casas solares Larrerdi y Larratxao, colindantes por el norte y por el sur, respectivamente, con Larreandiak, y que compartiendo la misma raíz ‘larre-‘, quizás puedan compartir también las características del terrenos sobre el que se originaron.
[2] Según las tablas de Balzola, para Altza, 100 posturas equivale a 0,311 Ha., citado por Carrión Arregui, Ignacio: “Los antiguos pesos y medidas guipuzcoanos”. En: Vasconia, 24 (1996), p. 64
[3] AHPG-GPAH 3/0118, A: 182r –186v
[4] AHPG-GPAH 3/0118, A: 187r
[5] 1 jugada = 100 posturas. “dos jugadas de a cien posturas de tierra erial en el paraje de Larreandiac” AHPG-GPAH 3/2334, A: 090r- 093v
[6] AHPG-GPAH 3/2334, A: 090r- 093v
[7] AHPG-GPAH 3/2334, A: 088r-089v
[8] AHPG-GPAH 3/0118, A: 188r –189v
[9] AHPG-GPAH 3/0118, A: 179r-181v
[10] AHPG-GPAH 3/0118, A: 212r-214r
[11] AHPG-GPAH 3/0059, A: 65r-70v
[12] AHPG-GPAH 3/0059, A: 71r-71v
[13] AHPG-GPAH 3/0207, A: 181
[14] En la escritura protocolizada el 9 de febrero de 1885 de las operaciones divisorias de los bienes que constituyen el caudal partible de José María Azarola y su mujer María Hilaria Pikabea, dice: “Se edificó el caserío nombrado [Larreandia], en tierras y manzanales que los consortes Francisco de Goycoechea y Joaquina Antonia de Lizarazu vendieron a dicho D. José María de Azarola”. AHPG-GPAH 3/3668, A: 402r-447v, pp. 71-74
[15] AHPG-GPAH 3/3687, A: 3023r-3032v
[16] AHGP-GPAH 3/0085, A: 38r-40r
[17] El 6 de octubre de 1852 María Hilaria Pikabea concede un poder para inscribir en la sociedad de seguros mutuos contra incendios de casas y caseríos de Guipúzcoa, los tres caseríos de su propiedad, entre los que se encuentra Larreandia de Alza. AHGP-GPAH 3,3080,A, 468
[18] AHPG-GPAH 3/3668, A: 402r-447v
[19] AHPG-GPAH 3/3687, A: 3023r-3032v
[20] AHGP-GPAH 3/0029, A: 77
[21] AHPG-GPAH 3/3095, A 257r-259r
El caserío Fabrica estaba situado en la cabecera de Txingurri erreka, en el punto donde se encontraban las errekas que venías de Siustegi y Garbera/Buztintxulo. La construcción de la variante de Donostia a principios de los años 70 provocó su derribo.
Sobre el caserío Fabrica hay bastante documentación histórica desde el siglo XVI, aunque con otras denominaciones:
– 1512 “molino e la presa e açequia llamado Argallo”
– 1635 Argallon
– 1719 molino de Julian Mas
– 1764 Argallao (molino)
– 1782 Floresta o Argallo
– 1805 Molino o fabrica de papel
– 1861 Fabrica
– 1862 Fábrica de Julimasena
– 1863 Fábrica de Santestéban
– 1894 Fabrica Julimasene
Su historia está muy ligada al caserío Julimasene, que originalmente se llamaba Floresta.
Antxon Aguirre Sorondo en un artículo publicado en Altza Hautsa Kenduz sobre los molinos de Altza, le dedica una página al molino Argallo/Fabrika.
Del caserío solo contamos con fotografías aéreas.
En la Colección Local hay una foto de 1971 en la que ya no está el caserío, pero anterior a la construcción de la autopista hacia Behobia, y en la que se puede ver algo de su terreno.
FABRIKA (5C, desagertua)
Dokumentazioa: 1512 “molino e la presa e açequia llamado Argallo”; 1635 Argallon; 1719 molino de Julian Mas; 1764 Argallao (errota); 1782 Floresta o Argallo; 1805 Molino o fabrica de papel; 1861 Fabrica; 1862 Fábrica de Julimasena; 1863 Fábrica de Santestéban; 1894 Fabrica Julimasene.
Oharrak: Errota.
LANDA IJURKO, Iñigo: “Altzako etxeak eta baserriak dokumentuetan”, In: Altza, Hautsa Kenduz XII (2013), 21-67 orr.
FABRICA DE CAL HIDRAULICA
Dokumentazioa: 1862.
Oharrak: Zerrendan PERUENE eta ERROTAZAR etxeen artean agertzen da.
LANDA IJURKO, Iñigo: “Altzako etxeak eta baserriak dokumentuetan”, In: Altza, Hautsa Kenduz XII (2013), 21-67 orr.
—
1859-01-30 Obligación hipotecaria de D. Juan José Santesteban a favor de D. José María Echeverria (propietario de Peruene) por el préstamo de diez mil quinientos reales de vellón. (AHPG-GPAH 3/2857, A: 153r-154r): «hipoteca especial y expresamente la fábrica para cal hidráulica que acaba de construir el compareciente en los pertenecidos de la Casería de Dª Ana María Lasquibar, llamada ésta Molino de Peruene [Errotazar]»
ROQUERO USSIA, Mª Rosario: La vida cotidiana en Altza en los siglos XVII y XVIII. Artiga Bilduma 2. Altzako Historia Mintegia (1997), 20 or.
SARATEGI (5B, desagertua)
Dokumentazioa: 1465 Sara; 1596 Çarategui; 1597; 1664 Sarategui; Zarategui; 1719 ; 1761; 1764 Echeuerria Atocharena; 1782; 1782 Atocharena ó Sarrateguico Echeberria; 1861; 1863 Sarátegui; 1862; 1894.
Oharrak: Oinetxea. 1719. urteko dokumentuan, Sarategui “propia de Diego de Atocha”.
LANDA IJURKO, Iñigo: “Altzako etxeak eta baserriak dokumentuetan”, In: Altza, Hautsa Kenduz XII (2013), 21-67 orr.
ROQUERO USSIA, Mª Rosario: La vida cotidiana en Altza en los siglos XVII y XVIII. Artiga Bilduma 2. Altzako Historia Mintegia (1997), 20, 95
ROQUERO USSIA, Mª Rosario: La vida de Altza a través de sus actas municipales (1843-1900). Artiga Bilduma 5. Altzako Historia Mintegia (2002), 77 or.
ROQUERO USSIA, Mª Rosario: La vida de Altza a través de sus actas municipales (1843-1900). Artiga Bilduma 5. Altzako Historia Mintegia (2002), 29 or.
ALTZAKO HISTORIA MINTEGIA: Altza XIX. mendeko kroniketan. Altza en la prensa del siglo XIX. Artiga Bilduma 6. Altzako Historia Mintegia (2008), (K 153) 102
ALTZAKO HISTORIA MINTEGIA: Altza XIX. mendeko kroniketan. Altza en la prensa del siglo XIX. Artiga Bilduma 6. Altzako Historia Mintegia (2008), (K 153) 102 or.
ALTZAKO HISTORIA MINTEGIA: Altza XIX. mendeko kroniketan. Altza en la prensa del siglo XIX. Artiga Bilduma 6. Altzako Historia Mintegia (2008), (K 48,54) 39,40 orr.
Garbuno Arizmendi, Cesárea. Rentería (Guipúzcoa), 25.II.1846 – San Sebastián (Guipúzcoa), 26.I.1933. Empresaria.
http://dbe.rah.es/biografias/136661/cesarea-garbuno
Cesárea Garbuno provenía de una familia acomodada del valle de Oyarzun y poseía numerosas fincas y caseríos, por lo que sus ingresos estaban ligados a las rentas de la tierra. No obstante, el abuelo de Cesárea ya fue adjudicatario de una ferrería en un afluente del Urumea y del matadero de Rentería. Fue también alcalde de esa ciudad en dos ocasiones.
Cesárea Garbuno contrajo matrimonio con Ramón Londaiz en 1863. Los Londaiz eran comerciantes y poseían una de las empresas textiles más importantes de España en aquella época. Es muy probable que la familia de Cesárea Garbuno no viera con buenos ojos el matrimonio de Cesárea porque los familiares de su marido, aunque en excelente posición económica, tenían que trabajar en la dirección de una fábrica para vivir. Es sintomático que, tras la muerte de su marido, ella no firmara con su apellido familiar sino como viuda de Londaiz. De ello puede inferirse un distanciamiento con sus familiares.
Muy poco antes de su fallecimiento en 1881, Ramón Londaiz comprendió que el alumbrado público iba a requerir un suministro sostenido de carburante y que existiría un gran mercado por el crecimiento de las ciudades. Formó entonces una sociedad con otros tres empresarios, cuyo objeto social era la venta de petróleo, carbón mineral y grano.
Al hacerse cargo de los negocios de su marido, Cesárea Garbuno creó con uno de los socios de este, en 1883, una empresa que se emplazó físicamente en Pasajes, al fondo de la ría de Molinao, que iba a dedicarse a la “compra, refinación, expedición y venta de petróleo y cualesquiera aceites minerales” con capital social de un millón de pesetas. Se denominó “Luciano Mercader y viuda de Londaiz” y fue la primera refinería de España.
En los últimos años del siglo XIX el refino del petróleo se realizaba para obtener parafina, que servía como combustible para el alumbrado, a partir del petróleo crudo. La gasolina era un subproducto que no tenía ninguna utilidad y era desechada. Fue a partir de 1897 con el desarrollo de los motores de combustión y explosión cuando se empezaron a utilizar gasolinas y gasóleos como combustible de motores al desarrollarse un nuevo concepto del transporte terrestre.
Para poderse aprovisionar de materia prima en los Estados Unidos, Luciano Mercader y Cesárea Garbuno adquirieron en 1893 un petrolero que fue bautizado con el nombre de San Ignacio de Loyola. Fue el primer petrolero español. En 1897 explotó en el puerto de Pasajes pero pudo ser reflotado. El barco desapareció en el Atlántico en 1912 cuando se dirigía a Filadelfia para recargar petróleo crudo.
En 1914, tras el fallecimiento de Luciano Mercader, la empresa pasó a llamarse “Viuda de Londaiz y sobrinos de L. Mercader”. Durante la dictadura de Primo de Rivera, con la creación del monopolio de petróleos, tuvo que integrarse en la Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo, S.A. (CAMPSA) y pasó a dedicarse solamente a la distribución de productos petrolíferos.
Para diversificar sus negocios, Cesárea Garbuno se dedicó también a la producción harinera y fue una accionista importante de Papelera Española.
La buena marcha de sus empresas le permitió adquirir una villa en San Sebastián, en la zona de Miraconcha, con impresionantes vistas a la bahía. El palacete se denominó Villa Londaiz. Murió, muy anciana, en 1933.
Fuentes y bibl: Archivo de José Manuel Gaytán de Ayala.
D. Horcajo Calixto y J. J. Fernández Beobide, Villas de San Sebastián: villas donostiarras de la Belle Époque con historia, San Sebastián, L. Horcajo, 2016; S. Asensio, D. Horcajo Calixto y J. J. Fernández Beobide, “Cesárea Garbuno. Una empresaria del refinado de petróleo en el siglo XIX”, en VV.AA. Mujeres emprendedoras entre los siglos XVI y XIX. Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Madrid, 2017, págs. 135-141.
Santiago Asensio
ALTZAKO HISTORIA MINTEGIA: Altza XIX. mendeko kroniketan. Altza en la prensa del siglo XIX. Artiga Bilduma 6. Altzako Historia Mintegia (2008), (K 169) 112 or.
ALTZAKO HISTORIA MINTEGIA: Altza XIX. mendeko kroniketan. Altza en la prensa del siglo XIX. Artiga Bilduma 6. Altzako Historia Mintegia (2008), (K 169) 112 or.
ALTZAKO HISTORIA MINTEGIA: Altza XIX. mendeko kroniketan. Altza en la prensa del siglo XIX. Artiga Bilduma 6. Altzako Historia Mintegia (2008), (K 169) 113 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 94 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 79 or.
Ubicación: 43.322494, -1.938881
«Esta empresa se ubica en la zona industrial del barrio de Urarte-Gomistegi (Altza). En el año 1954 sus instalaciones estaban formadas por tres pabellones industriales destinados a talleres mecánicos y almacén de redes y pertrechos de pesca para su propia flota pesquera.
Estos edificios en origen tuvieron cubierta con tijeras de madera y teja plana. Pero debido a los problemas provocados en las cubiertas por la cercanía del puerto de Pasaia, en el año 1954 fueron sustituidas por terrazas de hormigón armado. Sobre la terraza del pabellón de
redes se instaló un secadero de redes al sol, cuyos arcos o pórticos de colgado tenían la altura de las terrazas de los pabellones adyacentes.
Sobre las terrazas de los talleres se dispusieron sendos depósitos de agua para evitar agrietamientos del hormigón. Este conjunto industrial se completa con viviendas anexas.» (HERRERAS, Beatriz: Altza…, pág. 78)
En la rotonda que se encuentra justo enfrente se encuentra la escultura “Ancla para un puerto» (1991), cuyo autor es Ricardo Ugarte.
Referencias:
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 76 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 74-75 orr.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 74 or.
«Esta empresa se creó en 1923 tras la fusión de dos pequeñas empresas: Manuel Odriozola e Hijos e Hijos de Berridi, bajo la razón social Odriozola y Berridi. La sociedad experimentó un notable crecimiento a partir de 1950. La fábrica ubicada en el Paseo Txingurri 19, fue proyectada en el año 1960 por el ingeniero Manuel Odriozola. Se construyó en dos partes una dedicada a silos de trigo y otra a la fábrica propiamente dicha.
Los silos de trigo están formados por 16 células octogonales con una capacidad total de 2.000 tns. Los pilares y zapatas de apoyo son de hormigón armado. El edificio de la fábrica se adosaba a los silos. La fábrica construida en ladrillo visto consta de cuatro plantas y un sótano con una altura de 15,60 metros, todos los vanos son adintelados de eje horizontal, excepto los de la escalera donde se abre un gran vano de eje vertical. La panadería se ubica en un edificio rectangular de 3 plantas y un semisótano. Se cubre a dos aguas, la fachada principal es de ladrillo visto y enfoscadas las laterales. Todos los vanos son adintelados donde domina el eje horizontal, excepto la parte central que alberga la caja de la escalera[1].
[1] Archivo Municipal de Donostia‑San Sebastián:A‑ 2595‑9»
ERREFERENTZIAK:
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 73 or.
ZARDOYA OTIS S.A. METALÚRGICA VASCONGADA S.A. En el año 1958 se iniciaron los trabajos para el establecimiento en el Barrio de Herrera en Jolastokieta 1 de la citada fábrica que fue proyectada por el arquitecto Pedro María Aristegi. En el año 1972 la fábrica sufrió una ampliación[1]. Las instalaciones de esta empresa son amplias y ocupan un gran espacio de terreno. Están formadas por dos naves separadas por una calle. Una de ellas, de planta rectangular, se cubre con cubierta en shed. La situada enfrente presenta dos cuerpos laterales de pisos que también se cubre con cubierta también en shed. En el centro una nave se cubre con bóveda de medio cañón.
[1] Archivo Municipal de Donostia‑San Sebastián: A‑204‑7
http://altza.info/multzoa/?z=Zardoya_Otis
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 114 orr.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 73 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 71-72 orr.
Ubicación: 43.312474, -1.920933
El matadero de Molinao es un pequeño edificio singular y centenario ubicado junto al puente y la regata de Molinao, de propiedad municipal y actualmente es desuso.
Desde la Edad Media hasta la construcción de la carretera general y la desecación de la ensenada a mediados del siglo XIX, Molinao era un punto importante en la calzada que unía San Sebastián con Rentería. En ese preciso lugar donde la regata conecta con la marea alta estaba el “molino nuevo de Alça” (1448), Molinao en lengua gascona. Junto al molino se levantará un puente para vadear la regata, del que tenemos noticias desde el s. XVI por las reparaciones que ordenan realizar en él las Juntas Generales de la provincia. El caserío Sasoategi que se encuentra en las proximidades y el tramo de la vieja calzada que sube a Santa Bárbara, escondida a la vista de la gente bajo la maleza, son los supervivientes de ese periodo pre-industrial.
“Reforma del matadero de las Villas de Pasajes y Alza”, 1923
La construcción de la carretera general y la desecación de la ensenada a partir de 1850 abrirán las puertas a la industrialización y el crecimiento de la población en Antxo-Molinao. Luzuriaga, Campsa, y el propio polígono de Papin son muestra de la importancia industrial de Molinao. Y el matadero es parte y consecuencia de esa historia. Las nuevas formas de producción de alimentos, cárnicos en este caso, y una concepción higienista de la época, hicieron que para 1890 tengamos noticias de la existencia de este matadero en Molinao. En ese año, el Tribunal Supremo de la época en Madrid sentencia que los terrenos quitados al mar en la marisma de Molinao deben de pasar de la jurisdicción de Altza a la de Pasaia, lo que influirá en que el matadero, a pesar de encontrarse en la orilla altzatarra, tenga una propiedad compartida por los dos ayuntamientos.
En 1923, se proyecta una reforma del matadero en la que se divide por la mitad el interior del edificio, una mitad para cada municipio, y, al mismo, se amplía con unas nuevas instalaciones por su lado sur, dándole al edificio la superficie que tiene en la actualidad.
En enero de 1956, el Ayuntamiento de Pasaia inaugura la renovación del matadero, que ha realizado en solitario, quitando la división interior de la nave y habilitando en la otra orilla de la regata, otro pequeño pabellón para ganadería caballar, mientras que el primero se destina exclusivamente a vacuno y porcino. A la inauguración asisten, junto con el alcalde de Pasaia, el alcalde de Donostia y el gobernador civil.
Una década después, la actividad del matadero decae y se abandona su uso, hasta hoy. Segun noticia de prensa de fecha 5 de julio de 2019, el Ayuntamiento proyecta su derribo.
Referencias:
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 68, 70 orr.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 68 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 66 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 65-66 orr.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 64-65 orr.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 114 orr.
La Compañía de Maderas proyectada en 1913 por el arquitecto Francisco Urcola.
REFERENCIAS:
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 62 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 62 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 61 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 61 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 61 or.
HERRERAS MORATINOS, Beatriz: Altza Historia y Patrimonio. Artiga Bilduma 4, Altzako Historia Mintegia (2001), 61 or.