A partir del año 4.000 a.C. aproximadamente llegó a nuestras tierras la agricultura y la domesticación de especies salvajes. También evolucionó el trabajo con la piedra, creándose instrumentos líticos más elaborados y de mayor funcionalidad. Comenzó una nueva relación con el espacio. Vivir en cuevas se hizo ocasional. Aquellos habitantes aprendieron a construir viviendas en madera, agrupándose en pequeños poblados que no se han conservado debido al empleo en su construcción de materiales perecederos. Estos avances motivaron el aumento progresivo de la población, el fortalecimiento de las relaciones con otros grupos y la aparición de los primeros ritos funerarios.
• En Txoritokieta construíamos dólmenes con piedras grandes para enterrar a nuestros muertos.
• En los alrededores teníamos los poblados donde vivíamos en sencillas chabolas.
• Aprendimos a cuidar los animales y cultivar las plantas: nos convertimos en pastores y agricultores.
• Se reforzaron nuestras relaciones entre diferentes grupos.
FERNÁNDEZ, Joxe Ramon: “Gure inguruetako altxor ezezagun horiek”, En: Altza, Hautsa Kenduz I (1988), pp. 51-54.