(Santo Domingo de la Calzada 1857 – Bilbao 1937)
Nació en Santo Domingo de la Calzada (entonces provincia de Logroño) el 9 de febrero de 1857. Por motivos de salud vino a San Sebastián, donde conoció a Trinidad Duque de Estrada. Se casó con Trinidad en 1896 y años después pasaron a residir a Villa Iruña, construida en 1908 en los terrenos que el abuelo de Trinidad, Ricardo Duque de Estrada, poseía en las inmediaciones del Alto de Mirakruz, a la sazón, municipio de Altza. Lleva ese nombre en recuerdo de la ciudad donde nació Trinidad. Desde que se casaron el matrimonio residió siempre en Altza. Tuvieron ocho hijos.
Su actividad política comenzó como diputado de la Provincia de Logroño (hoy Comunidad Autónoma de La Rioja). Fue designado Senador en junio de 1903, 1905, 1909, 1910, 1916. Fue nombrado Presidente de la Diputación de Logroño y más tarde (en 1917) elegido por los méritos contraídos, Senador vitalicio. Su actividad en el Senado estuvo siempre muy unida a Miguel Villanueva Gómez, Diputado a Cortes por el distrito de Santo Domingo de la Calzada. Defendió siempre la causa monárquica, siendo un fervoroso devoto de Alfonso XIII. Según el escritor derechista Adrián Loyarte, Tejada no sólo defendía la monarquía como ideal político, sino porque la veía indispensable para el engrandecimiento de España.
Durante varios años ostentó el cargo de alcalde de la Villa de Altza, cargo en el que cesó cuando se celebraron las elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Asimismo fue vicepresidente de la Cruz Roja.
Como consecuencia del fracaso en San Sebastián del golpe de estado del 18 de julio de 1936, Tejada fue detenido en su domicilio de Villa Iruña el 15 de agosto. Le acompañaron dos de sus hijos y el mismo día fueron encarcelados los tres en la cárcel habilitada en el palacio del Kursaal.
Ante la inminente ocupación de la ciudad por los fascistas, Tejada, junto con sus dos hijos y otras personas, fue embarcado para Bilbao el 8 de septiembre en el barco-prisión “Bizkargui-Mendi”, utilizado hasta entonces para el transporte de sacos de cemento. El barco zarpó al amanecer del día siguiente. Pedro Barruso considera que, pese a la dureza del traslado, fue un nuevo intento de salvar su vida. Se trataba de evitar que los milicianos extremistas los mataran y que pudieran ser puestos a disposición de la justicia.
Trescientos presos de diversas edades permanecieron en el barco-prisión durante dos meses hasta que fueron desembarcados y trasladados a ciertos conventos de Bilbao habilitados como cárceles. Juan Bautista Tejada tenía entonces 79 años y fue encerrado en el convento de los Ángeles Custodios, mientras que sus dos hijos fueron conducidos a la cárcel del Carmelo.
Los sucesivos y terribles bombardeos que realizaron los fascistas sobre Bilbao fueron fatales para los presos. Al igual que ocurrió en San Sebastián tras los bombardeos del mes de agosto de 1936, las milicias comunistas y socialistas asaltaron la cárcel de los Ángeles Custodios y después de varios intentos, entraron en ella. La mayor parte de los presos de derechas fueron ametrallados o muertos a tiros. Entre ellos murió Juan Bautista Tejada.