Casares Aramburu, Ignacio

José Ygnacio Bruno Casares Aramburu (Altza, 1856-1933).  Nacido en el caserío Casanao, fue bautizado en la parroquia de San Marcial el 6 de octubre de 1856.

Fue médico titular de Altza y Pasaia. En sus inicios como médico trabajó en Gabiria, donde le tocó asistir y firmar el certificado de defunción del músico popular José María Iparragirre. También ejerció temporalmente como suplente en Errenteria.

En 1931 el Ayuntamiento de Altza quiso hacerle un homenaje, pero Casares pidió que no lo hicieran. Finalmente, tras su fallecimiento a finales de 1933, el Ayuntamiento de Altza celebró un acto de homenaje en una sala de las escuelas de Buenavista el 2 de febrero de 1936. En el acto colocaron una placa dando el nombre de «Avenida de Don Ignacio Casares» a la nueva carretera inaugurada en 1935 que va de Buenavista a Darieta, actos recogidos en la crónica del diario La Voz de Guipúzcoa, de fecha 5 de febrero de 1936.

Muerte de José María Iparragirre

«Casares medikua eta Castañeda laguna, heriotzaz

Iparragirreren heriotzaren berria berehala zabaldu zen Euskal Herrian. Lehen unean, foruen aurkakoen eskua ikusi zuenik izan zen, eta perretxiko pozoitsu batzuk janarazita hil zela zabaldu zuen konspirazio teoria batek. Antza, 15 egun lehenago bentan afaltzen batera ziren mikelete sarjentu bat 48 ordura hil zen, Beasainen. Iparragirreren lagun Joaquin Castañedak La Union Vasco Navarra egunkarian gutun bat atera zuen, 1881-4-9an, perretxikoena gezurtatuz. Han jan zuten beste mikeletea eta beste afaltiarrak onik zeudela argitu zuen. Iparragirre bezala, sarjentua ere pneumoniak jota hil zela gehitu zuen.

Castañedak dio, hil baino lau egun lehenago jaso zituela Iparragirrek heriotzako sakramentuak. Zozabarro bentako familiaren ondradutasuna, ontasuna eta zainketa lan bikaina goraipatu zuen, bestetik. Heriotzaren berri zuzena Ignacio Casares medikuaren ahotik plazaratu zuen, geroago, J.M. Ojarbidek Montevideoko Euskal-Erria aldizkarian, 1921-3-20an, ‘Como murió Iparraguirre’ artikuluan. Casares Gabiriako medikua zen 1881ean, eta hark artatu zuen azken egunetan, baita Beasaingo eta Zumarragako medikuek eta Ormaiztegiko zirujau Pedro Zangituk ere. Casaresen hitzak: «1881eko apirilaren 4an deitu zidaten. Iparragirre larri zegoen. 15:00etan sartu nintzen bere gelara. Asko poztu zen ni ikusita: besoak zabaldu, besarkatu eta bere kontra estutu ninduen, ‘erremedio bat behar dut’ esanez. Bizpahiru egun lehenago, Urretxuko plazara misiolari baten sermoia entzutera joan, hoztu eta gaizki sentitu zen. Katarroak neke handia eragiten zion. Errekonozitu nuen, eta berehala ikusi nion bi birikak hartzen zizkion bronko-pneumonia. Ia ezin zuen arnasa hartu. Oso larri zegoen». («Zozabarro, Iparragirreren benta«, in Goierriko Hitza webgunean, 2020/04/07 )

«Con 61 años, el 21 de Marzo de 1881, marcha Iparraguirre desde su domicilio en Chapartegui ( caserío de su madre ) hasta la Venta de Zozabarro, después de merendar, cuando volvía a Chapartegui, le coge un aguacero, empapado se refugia en el corral de los cerdos de Zozabarro, y allí caé enfermo. Le asiste el médico de Gabiria, Don Ignacio Casares, ya que los propietarios de la Venta le habían instalado en una habitación, al ver el médico el estado en que se encontraba el enfermo, le dice que llame a un sacerdote. Iparraguirre, se confiesa, y muere el día 6 de Abril y su cuerpo fue trasladado en un carro al cementerio de Urretxu. Al cortejo sólo asistieron un grupo de niños y niñas que estaban jugando junto a la Venta cuando sacaron el cuerpo.» («Vida y obra de José Mª Iparraguirre«, in elobrero.es webgunean, 2020-04-20)

Homenaje (1936-02-02)

EL HOMENAJE A D. IGNACIO CASARES (La Voz de Guipúzcoa, 05-02-1936, p. 12 )

«Conforme se anunció con la profusión que el caso requería, el pasado domingo se procedió al descubrimiento de las placas que en lo sucesivo dan el nombre de don Ignacio Casares a una calle de la localidad. Justo es reconocer que el tiempo no se asoció a dicho acto, pero también señalamos con satisfacción que a pesar del tiempo infernal, a dicho acto acudieron todas las personas convocadas al efecto por el Municipio, y muchas más que por omisión involuntaria no fueron invitadas. Asistieron los familiares del homenajeado, la Corporación y todos los empleados de la misma, los ex alcaldes de Alza, don Valentín Suárez, don Felipe Artaza y el señor Tejada, en representación de su padre (también ex alcalde de la localidad), el presidente del Colegio Médico de Guipúzcoa, don Emiliano Eizaguirre, los médicos titulares de la villa, representación de médicos titulares de la provincia, así como numerosos compañeros de profesión del señor Casares, juez y secretario del Juzgado municipal, fiscal, alcalde de Pasajes y numerosas representaciones de entidades, no olvidando señalar como nota simpática la asistencia de todos los maestros y maestras de la localidad con un numeroso grupo de ambos sexos. En los locales de la Escuela de Buenavista se congregaron todos los invitados al acto, y el alcalde, don Luis Rubio, dirigió breves y sentidas palabras para manifestar en primer lugar que tanto el gobernador civil de la provincia como el presidente de la Diputación de Guipúzcoa, se asociaron al homenaje, delegando en él para manifestar que las múltiples obligaciones de ambos les impedían asistir al acto. A continuación concede la palabra a don Emiliano Eizaguirre, el cual manifiesta su satisfacción por el homenaje que se le rinde al señor Casares, el cual en vida realizó un verdadero sacerdocio de su profesión. Don Fidel Corcuera, maestro de las escuelas de Buenavista, hace una apología del homenajeado, ensalzando su labor meritoria y sus desvelos por los menesterosos. Resume el alcalde en breves palabras, y dirigiéndose a los escolares que al acto asistieron, les acucia para que no olviden el acto que hoy se realiza, indicándoles la obligación de cumplir anualmente, con motivo del aniversario del fallecimiento del señor Casares, el homenaje de depositar unas flores, de las que era él tan amante, en el lugar donde reposan sus restos, iniciando, también, colectas entre ellos, con fines benéficos, continuando con ello la obra de don Ignacio, que recogía limosnas con la mano derecha para repartirlas[con la] izquierda, que es la del corazón. Le cumple la satisfacción de realizar este homenaje que Ayuntamientos anteriores reconocieron de justicia realizar, rogando que todos en pie guarden un minuto de silencio a la memoria del homenajeado. Don Pedro Barrios dirige breves palabras para manifestar que la Asociación de Médicos Titulares de Guipúzcoa ha delegado en él su representación para agradecer al Municipio la realización del homenaje y a los asistentes a dicho acto. A continuación se procedió al descubrimiento de la placa que en lo sucesivo da el nombre de don Ignacio Casares a la parte comprendida desde la Plaza de Buenavista hasta Darieta, siendo obsequiados los asistentes al acto con un lunch en las escuelas, acto que fué amenizado por los txistularis de la villa, con la cooperación de don Santos Uranga, presidente honorario de la Asociación de Txistularis del País Vasco-francés, dese[o] ferviente del mismo por su amistad con el homenajeado y agradecido el Municipio por su cooperación. Como comentario final a este justo homenaje, solamente manifestaremos la satisfacción porque a él han acudido todas las representaciones locales, infinitos amigos y colegas, que han patentizado al agrado por el homenaje realizado.»

Referencias:

sortze data: 15-11-2012 / eguneratze data: 19-11-2024